MiceBusters Parte 2
La cacería de los roedores invasores no fue tan sencilla como pensé. El ataque inicial con 6 trampas no dio resultado, así que lanzamos a la segunda infantería (otras 8 trampas) al frente y quedamos igual: ni una bolita de pelo bigontona atrapada... Además hay que considerar que la tarea de exterminar a mis huéspedes no deseados no es tan simple cuando Peyton va libre por mi casa comiéndose TODO lo que se le atraviesa (menos a los ratones, obvio... Púdrete Murphy!). Así que el riesgo de que Peyton se lastimara/envenenara era factor clave en el despliegue de cada vez más armamento... Sin embargo, la lentitud para terminar este conflicto empezaba a desesperarme.
Mi paciencia llegó a su fin un viernes en el que llegué a mi casa, abrí la puerta y vi algo obscuro en las escaleras... "Mierda, el ratón!!! ¿Y si me salta? ¿Y si me quiere morder?" fue lo primero que pensé; así que cargué a mi perro, junté valentía para encararlo, prendí la luz, y me di cuenta que no era el ratón sino una de las trampas pegajosas destrozada. Vino un UFF! que dos segundos después se convirtió en ¿Uff? ¿Cómo diablos llegó esa cosa ahí? Unos minutos más tarde lo descubrí: de alguna forma mi cachorro logró subirse al mueble de la tele y se le pegó la trampa.
No se a qué hora fue, pero sólo con pensar que mi pequeño tenía esa madre pegada a la patita y que pasó por desesperación para quitársela: BUM! EXPLOSIÓN!!! Hasta sentí como me puse roja del coraje. Se acabó Sagra Mandy Moore y ahora van a conocer a Sagra Beatrix Kiddo!!! SE VAN YAAAAAA! Y en mi arranque de ausencia de serenidad y exceso de enojo moví todos los muebles, los volte, les pegué y como ni así los encontré, escucharon de mi ronco pecho la amenaza de que se irían por las malas. (Pobre Peyton, creo que fue el único que se asustó).
Y así fue, además de las trampas, esparcí cantidades industriales de veneno por todos lados a donde Peyton no tenía acceso de ninguna forma. Teóricamente en 3 a 5 días empezaría a encontrar cadáveres... Todas las mañanas revisaba todos los rincones, NADA. Cinco días y nada... ME LLEVE EL CUERNO CON ESTOS TERCOS!!! El sexto día tenía que salir por un tema laboral, así que puse a Peyton en su jaula, deposité la máxima cantidad de veneno por toda la casa y me fui.
A mi regreso, dejé a Peyton en su jaula, subí por la aspiradora y eliminé todo el veneno que estaba al alcance de mi cachorro. Al querer abrir la jaula me di cuenta que tenía un plástico que tendría que cortar, así que me dirigí a la cocina para traer las tijeras. Di un paso a la cocina y pa' su madre el brinco que di. Justo enfrente del refri estaba el cuerpecillo inerte del invasor! Un ratonillo gris de unos 10cm de largo tirado en mi cocina. DIAJ!!! (miedo 1 - Sagra 0). Saqué el celular y marqué para ver si Nandito podía llegar antes a mi casa y sacar al animal. Tardaría 10 mins, ni modo que dejara a Peyton otros 10 mins encerrado. Fui por la escoba y el recojedor, levanté al roedor, lo puse en unas bolsas de plástico y fuera de mi casa por fin!!!
En una semana no ha aparecido otro cadáver ni se han comido más veneno... ¿Será que al final sólo era un ratón? ¿Será que esto terminó? Esperemos que si...
La cacería de los roedores invasores no fue tan sencilla como pensé. El ataque inicial con 6 trampas no dio resultado, así que lanzamos a la segunda infantería (otras 8 trampas) al frente y quedamos igual: ni una bolita de pelo bigontona atrapada... Además hay que considerar que la tarea de exterminar a mis huéspedes no deseados no es tan simple cuando Peyton va libre por mi casa comiéndose TODO lo que se le atraviesa (menos a los ratones, obvio... Púdrete Murphy!). Así que el riesgo de que Peyton se lastimara/envenenara era factor clave en el despliegue de cada vez más armamento... Sin embargo, la lentitud para terminar este conflicto empezaba a desesperarme.
Mi paciencia llegó a su fin un viernes en el que llegué a mi casa, abrí la puerta y vi algo obscuro en las escaleras... "Mierda, el ratón!!! ¿Y si me salta? ¿Y si me quiere morder?" fue lo primero que pensé; así que cargué a mi perro, junté valentía para encararlo, prendí la luz, y me di cuenta que no era el ratón sino una de las trampas pegajosas destrozada. Vino un UFF! que dos segundos después se convirtió en ¿Uff? ¿Cómo diablos llegó esa cosa ahí? Unos minutos más tarde lo descubrí: de alguna forma mi cachorro logró subirse al mueble de la tele y se le pegó la trampa.
No se a qué hora fue, pero sólo con pensar que mi pequeño tenía esa madre pegada a la patita y que pasó por desesperación para quitársela: BUM! EXPLOSIÓN!!! Hasta sentí como me puse roja del coraje. Se acabó Sagra Mandy Moore y ahora van a conocer a Sagra Beatrix Kiddo!!! SE VAN YAAAAAA! Y en mi arranque de ausencia de serenidad y exceso de enojo moví todos los muebles, los volte, les pegué y como ni así los encontré, escucharon de mi ronco pecho la amenaza de que se irían por las malas. (Pobre Peyton, creo que fue el único que se asustó).
Y así fue, además de las trampas, esparcí cantidades industriales de veneno por todos lados a donde Peyton no tenía acceso de ninguna forma. Teóricamente en 3 a 5 días empezaría a encontrar cadáveres... Todas las mañanas revisaba todos los rincones, NADA. Cinco días y nada... ME LLEVE EL CUERNO CON ESTOS TERCOS!!! El sexto día tenía que salir por un tema laboral, así que puse a Peyton en su jaula, deposité la máxima cantidad de veneno por toda la casa y me fui.
A mi regreso, dejé a Peyton en su jaula, subí por la aspiradora y eliminé todo el veneno que estaba al alcance de mi cachorro. Al querer abrir la jaula me di cuenta que tenía un plástico que tendría que cortar, así que me dirigí a la cocina para traer las tijeras. Di un paso a la cocina y pa' su madre el brinco que di. Justo enfrente del refri estaba el cuerpecillo inerte del invasor! Un ratonillo gris de unos 10cm de largo tirado en mi cocina. DIAJ!!! (miedo 1 - Sagra 0). Saqué el celular y marqué para ver si Nandito podía llegar antes a mi casa y sacar al animal. Tardaría 10 mins, ni modo que dejara a Peyton otros 10 mins encerrado. Fui por la escoba y el recojedor, levanté al roedor, lo puse en unas bolsas de plástico y fuera de mi casa por fin!!!
En una semana no ha aparecido otro cadáver ni se han comido más veneno... ¿Será que al final sólo era un ratón? ¿Será que esto terminó? Esperemos que si...
* Is this it? - The Strokes *
No comments:
Post a Comment